La actividad manufacturera de España cae a mínimos del año

La actividad del sector manufacturero español se deterioró en agosto por quinto mes consecutivo y ha caído hasta su nivel más bajo en lo que va de año, según el índice PMI, que se ha reducido hasta los 46,5 puntos desde los 47,8 puntos del mes anterior, según la encuesta de S&P Global y Hamburg Commercial Bank.

La caída del índice en agosto fue resultado de la contracción en los volúmenes de pedidos en cartera. El total de nuevos pedidos disminuyó por quinto mes consecutivo por la fragilidad de la demanda y la última reducción ha sido la más intensa desde que comenzó la pandemia.

«Tenemos bastante certeza de que el sector manufacturero ha entrado en una recesión, que comenzó en el segundo trimestre. Estimamos que la caída de la industria se ha agudizado», resumió Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, para quien, a corto plazo, «la situación empeorará antes de volver a mejorar».

«La debilidad proviene sobre todo de la demanda interna. Mientras que los nuevos pedidos de exportación disminuyeron a aproximadamente el mismo ritmo que en julio, la desaceleración de los nuevos pedidos en total se intensificó marcadamente», sostiene De la Rubia.

A pesar de la caída de la actividad, el sentimiento empresarial mejoró en agosto hasta su nivel máximo en seis meses por la expectativa de que la demanda crezca a lo largo del próximo año y el empleo aumentó por primera vez en tres meses.

«Pese a que el panorama en general no es demasiado positivo, las firmas industriales se mantienen bastante optimistas. Una mayor proporción de colaboradores de la encuesta indicó que esperan un aumento de la producción en los próximos doce meses. Este resultado concuerda con la observación de que los empleadores dejaron de recortar personal, después de dos meses de reducciones modestas», ha apuntado De la Rubia.

En la eurozona crece, pero sigue en negativo

Por su parte, la actividad sector manufacturero de la zona euro volvió a contraerse en agosto al situarse el índice PMI en los 43,5 puntos, si bien el dato supone una mejora desde los 42,7 puntos registrados en julio, según la encuesta de S&P Global y Hamburg Commercial Bank.

El índice se situó por debajo del nivel neutral de 50 por decimocuarto mes consecutivo, lo que apunta a «otro deterioro mensual de las condiciones operativas». Sin embargo, supone un repunte desde el mínimo de 38 meses registrado en julio e implica que el indicador se encuentra en máximos de los últimos tres meses.

No obstante, la industria «sigue sometida a una intensa presión» en el ecuador del tercer trimestre por el desplome de los nuevos pedidos y la rápida disminución de los encargos pendientes.

Además, los niveles de empleo en las fábricas continuaron cayendo, aunque «marginalmente», mientras que la actividad de compra se redujo de nuevo, a la vez que las empresas mantuvieron sus esfuerzos por consumir existencias.

De su lado, los costes de los insumos dentro de la unión monetaria se redujeron por sexto mes consecutivo, con el retroceso de este indicador permaneciendo «pronunciado». En consecuencia, explica el documento, los precios cobrados por los productos disminuyeron, ya que las empresas optaron por repercutir la reducción de los costes a sus clientes con el objetivo de aumentar la competitividad de sus productos.

«Obviamente, el índice PMI manufacturero […] indica una notable debilidad en este sector. Sin embargo, los doce subíndices han subido o se han mantenido prácticamente sin cambios, lo que demuestra que la tendencia bajista de los últimos meses está empezando a perder fuerza en todos los ámbitos», ha explicado De la Rubia.

«Las empresas todavía se resisten a realizar grandes recortes de personal, incluso con una caída sustancial de la producción durante cinco meses. Esto no augura nada bueno para la productividad o la producción per cápita, pero proporciona cierta estabilidad a la economía en su conjunto, ya que la gente no pierde ingresos», ha añadido De la Rubia.

Ninguna de las cuatro economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España) salieron del terreno de la contracción industrial. En concreto, De la Rubia ha asegurado que Alemania sigue siendo un «caso atípico negativo» entre los grandes países del club monetario, lo que «alimentará la noción de que Alemania es el enfermo de Europa», a pesar de que cuenta con una estructura productiva altamente diversificada.

EXPANSIÓN – 1 de septiembre 2023